Cómo impermeabilizar azoteas y terrazas sin pendientes (acumulan agua)
Fase 1 Desinfección y Limpieza del soporte
Es necesario proceder a la eliminación de todos aquellos elementos que, si permanecen mientras aplicamos nuestro tratamiento, van a ser dañinos para la durabilidad del trabajo efectuado.
Por tratarse de zonas en ocasiones con presencia de humedad durante períodos prolongados, es muy habitual la presencia de microorganismos.
Fase 2 Consolidación del soporte
El caso concreto que nos ocupa, la consolidación de suelos, requiere utilizar una imprimación especialmente indicada para superficies muy porosas que necesiten un importante aumento de consistencia; por ejemplo, un suelo creado a partir de mortero Portland o de hormigón poroso y degradado.
Si nos encontramos con azulejos vitrificados, terrazos o gres cerámico, deberemos degradar el revestimiento superficialmente (“abrir poro”) mediante medios químicos o mecánicos.
Fase 3 Reconstrucción de elementos
Utilizaremos principalmente el Mortero Impermeable Reparación BMA 3005 en las siguientes labores de reconstrucción:
A. Reparación de desperfectos:
Recreceremos con Mortero Impermeable Reparación BMA 3005 todas las partes de suelo o paredes perimetrales deterioradas, tras su repicado y consolidación.
B. Creación de medias cañas:
En puntos críticos definidos en el próximo capítulo conviene crear “rinconeras” con forma de media caña, para reforzar los ángulos y dotar los lugares a tratar con materiales elásticos de mayor superficie de acción.
C. Rejuntado de alicatados:
En ocasiones (es el caso del baldosín catalán) las juntas del alicatado están tan degradadas que prácticamente desaparecen con la limpieza. Para que el tratamiento impermeabilizador posterior no muestre las imperfecciones de esas juntas, se recomienda la aplicación generalizada de una “lechada” de Mortero Impermeable Reparación BMA 3005, a fin de rellenar esas hendiduras.
Fase 4 Refuerzo de puntos críticos y reparación de grietas
En una superficie deteriorada pueden existir muchos puntos críticos por donde, cada vez que llueve, se producen entradas de agua.
Destacamos a continuación los puntos críticos más habituales que debemos reparar:
A. Encuentros de la azotea con muros verticales.
B. Bajos y uniones de las repisas de los muros de cerramiento.
C. Encuentros de la azotea con conductos y cañerías de ventilación, claraboyas, chimeneas...
D. Alrededor de las rejillas de los desagües.
E. Juntas de dilatación.
F. Muros verticales de cerramiento o de carga.
Conviene reparar todos estos puntos y colocar materiales elásticos para ayudar al revestimiento final a soportar los movimientos de contracción-dilatación producidos, o al menos, si
se produce una nueva rotura en el sustrato, que en las partes superficiales pueda mantenerse el aislamiento impermeable
Reparación de grietas
Es de vital importancia que los muros que rodean el suelo a reparar no abran nuevas vías de agua cuando el suelo esté reformado, por lo que nos cuidaremos especialmente de aplicar un tratamiento que impida la aparición de las mismas con el paso del tiempo.