Antes de proceder al acabado y decoración final del edificio, debemos aplicar nuevamente productos consolidantes sobre todas aquellas superficies reparadas con morteros y plastes.
Sobre estos productos y su idoneidad en diferentes situaciones está toda la información en el apartado de Consolidantes e imprimaciones
Ahora el objetivo no es otro que regularizar las absorciones; tenemos que lograr que el revestimiento final, una vez aplicado, seque de manera homogénea.
Para ello, el soporte a cubrir debe tener el mismo comportamiento (consistencia, absorción...) en toda la superficie de la fachada.
Con este importante paso evitaremos algunos problemas que se producen habitualmente en las fachadas, como el aspecto mate que adquieren algunas reparaciones en contraste con la apariencia más sedosa del resto de la superficie.
La regularización de los soportes, un paso sencillo y de bajo costo, repercutirá decisivamente en el aspecto final de la rehabilitación.